Es la piedra con más magia de todas las que podemos encontrar en cualquier rincón del planeta. Su descubrimiento ofreció un paso de gigante en la historia de la Humanidad.
Cuando fue encontrada la piedra rosetta supuso el descubrimiento del conocimiento humano.
Hoy vengo a hablarte de la piedra del año 196 aC que descifra el significado de los jeroglíficos egipcios, ¿quiéres conocerla?
Qué significa rosetta
Esta piedra tan especial se llama Rosetta porque hace alusión al lugar donde se encontró, Rosetta. Se cree que anteriormente había estado en varios enclaves hasta terminar como parte de una edificación en la ciudad de Rosetta, la actual Rashid de Egipto.
Es una piedra de granito con vetas rosadas en la esquina superior izquierda. Hasta el año 1999 se creía que era de basalto porque estaba cubierta por una capa de cera protectora de carnaúba; esta cera estaba pensada para proteger a la piedra de los dedos de los visitantes. Fue en ese año cuando la limpiaron eliminando la capa de cera superficial y dando lugar a la estructura brillante y cristalina en color gris oscuro, tal y como la conocemos hoy.
La parte frontal está totalmente pulida, los laterales de la piedra están suavizados y la parte posterior está toscamente trabajada. Está claro que esta piedra no fue construida para ser lucida en esa parte.
Lo que hace muy especial a la piedra rosetta son los grabados que contiene. Su significado se trata de un fragmento de una antigua estela egipcia inscrita con un decreto publicado en Menfis en el año 196 aC en nombre del faraón Ptolomeo V.
Este decreto contiene tres escrituras diferentes:
- Jeroglíficos egipcios en la parte superior
- Escritura demótica en la zona del centro
- Griego antiguo en su franja inferior
Estos tres fragmentos contienen el mismo texto en las lenguas que te detallo. Gracias a ello, esta increíble piedra facilitó la clave para poder entender el significado de los jeroglíficos egipcios.
El trozo de piedra rosetta que se conserva es un fragmento de la estela original. Tiene unas dimensiones de 112,3 centímetros de altura, 75,7 centímetros de anchura y 28,4 centímetros de espesor. Pesa aproximadamente 760 kilos y actualmente se encuentra en el Museo Británico de Londres.
Esta es una posible recreación de la estela original. En el fragmento que se conserva en Londres, la piedra está dañada en los tres fragmentos de texto que tiene inscritos.
El más perjudicado es el fragmento superior, el que está escrito en jeroglífico. Sólo deja visibles catorce líneas, todas ellas interrumpidas en el lado derecho; además, doce de ellas están también dañadas en el lado izquierdo.
El fragmento del medio, el que está escrito en demótico tiene treinta y dos líneas; tan sólo hay catorce líneas ligeramente dañadas en la parte derecha de la piedra.
En cuanto al texto que está escrito en griego antiguo, en la parte inferior de la piedra, cuenta con cincuenta y cuatro líneas. Posee veintisiete líneas completas y el resto van perdiendo el final a causa de la rotura de la piedra en su esquina inferior derecha.
La historia de la piedra rosetta
Esta fascinante piedra fue descubierta por un teniente del ejército de Napoleón durante la ocupación francesa en Egipto. Fue hallada por el teniente Pierre-François Bouchard en el año 1799. La trasladaron a la ciudad de El Cairo para ser examinada por los expertos que llevaba el general Napoleón en su comisión de científicos.
Sin embargo, en el año 1801 los ingleses invadieron Egipto y fue en la ciudad de Alejandría donde sitiaron, rodearon y obligaron a rendirse a los franceses. Es por esto por lo que la piedra mágica pasó a manos inglesas, y fue trasladada a Londres al año siguiente de habérsela quitado al ejército de Napoleón.
A partir de este momento se presentaba todo un reto para los expertos egiptólogos y científicos; tenían ante ellos la encomiable tarea de descifrar los grabados de la reciente descubierta piedra rosetta.
El primer científico que comenzó tan hermosa tarea fue el inglés Thomas Young; poco a poco fue relacionando signos y símbolos entre sí hasta que consiguió encontrar una relación entre ellos.
Continuó con esta tarea el egiptólogo francés Jean-François Champollion, quien en 1822 se dio cuenta de que lo que tenía delante no eran jeroglíficos, como todo el mundo había pensado desde el principio. En realidad eran fonogramas (una representación gráfica del sonido), y no ideogramas o jeroglíficos (representación de las ideas).
Quien reveló este descubrimiento de Champollion, justo después de su muerte, fue el también egiptólogo francés Emmanuel de Rouge. Consiguió resolver el enigma y darlo a conocer al mundo.
Desde que los ingleses llevaron la piedra al Museo Británico de Londres en el año 1802, no ha salido de este lugar. Sin embargo, sí que ha habido intentos de recuperación por parte de Egipto al considerar la piedra mosquetta el mayor icono de la identidad egipcia.
En el año 2003 el doctor Zahi Hawass, secretario del Consejo Superior de Antigüedades de El Cairo, exigió la devolución de la piedra a su país original, Egipto. Sin embargo, su petición fue denegada.
Posteriormente, en el año 2005 volvió a pedir la devolución de la piedra rosetta junto a otras piezas de origen egipcio. En esta ocasión, el Museo Británico regaló a Egipto una réplica de tamaño real de la prodigiosa piedra.
¿Qué contiene la piedra mosquetta?
Lo más importante de la piedra rosetta no es tanto el contenido de sus escritos como lo que supuso el descubrimiento de su significado. Los tres fragmentos contienen el mismo texto, y eso es lo que permitió que hoy en día podamos comprender el significado de los jeroglíficos egipcios.
De no ser por este descubrimiento, los jeroglíficos habrían quedado como un atractivo plástico de las paredes de los templos egipcios. Y todo porque su estudio, conocimiento y legado de la interpretación de los mismos se había perdido poco antes del fin del Imperio Romano, tras el cierre de los templos no cristianos por parte del emperador romano Teodosio I.
Aún así, causa mucha curiosidad saber qué dice la piedra rosetta, ¿verdad?.
Bueno, pues el texto de un decreto que establece el culto divino al nuevo gobernante, Ptolomeo V, que había sido recientemente coronado. También anuncia la anulación de varios impuestos y da instrucciones para levantar nuevas estatuas en los templos.
Realmente, no hay ninguna traducción definitiva a estos textos hallados en la piedra rosetta. De hecho, existen diferencias en los diferentes textos traducidos a nuestro lenguaje actual.
Gracias a este descubrimiento hemos podido conocer más a fondo la civilización egipcia, sus costumbres, sus creencias, su vida en general.
Este es un claro ejemplo del poder de la comunicación a lo largo de la historia de la Humanidad.
¿A qué es fascinante la historia de la piedra rosetta?, ¿ya la conocías?, ¿has podido verla en el Museo Británico de Londres?, ¡Cuéntanos!