Formada a partir de cristales de cuarzo microscópicos extendidos en bandas, este es un cristal muy estable. Las ágatas son piedras que sirven para asentar las energías y aportan equilibrio físico, emocional e intelectual.
Ayudan a centrar y estabilizar la energía física. El ágata tiene el poder de armonizar el yin y el yang, las fuerzas positivas y negativas que mantienen al universo en su lugar. Es una piedra calmante y aliviane, y trabaja despacio pero aporta una gran fuerza.
Sus múltiples capas pueden traer a la luz información oculta. Psicológicamente, el ágata facilita delicadamente la aceptación de uno mismo, fomentando la autoconfianza. Favorece el autoanálisis y la percepción de las circunstancias ocultas, trayendo a tu atención cualquier alteración que este interfiriendo en tu bienestar.
Las ágatas potencian la función mental mejorando la concentración, la percepci6n y las habilidades analíticas, y dirigiéndote hacia soluciones prácticas. El amor a la verdad de las ágatas anima a expresar la propia verdad.
Las ágatas con cristales claros pueden estimular recuerdos. Emocionalmente, este cristal supera la negatividad y la amargura del corazón. Sana la ira interna, fomentando el amor y el coraje para volver a empezar. Resulta útil para cualquier tipo de trauma emocional.
Crea una sensación de seguridad disolviendo la tensión interna. Espiritualmente, el ágata eleva la conciencia y vincula con la conciencia colectiva y la conciencia de la unidad de la vida. Anima la contemplación serena y la asimilación de las experiencias de la vida, conduciendo al crecimiento espiritual y a la estabilidad interna.
Propiedades de la ágata
El ágata estabiliza el aura, eliminando y transformando las energías negativas. Su efecto limpiador es poderoso, tanto a nivel físico como emocional. Puesta sobre el corazón, cura las enfermedades emocionales que impiden la aceptaci6n del amor. Situada sobre el abdomen o tomada como elixir, el ágata estimula el proceso digestivo y alivia la gastritis. Cura los ojos, el estómago y el Otero; limpia el sistema linfático y el páncreas; fortalece los vasos sanguíneos y sana los desórdenes de la piel.
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Posición: Sostenla o sitúala sobre la parte del cuerpo adecuada.
Tipos y colores específicos
Además de las propiedades genéricas, los colores específicos tienen propiedades adicionales:
A nivel sutil, estimula el chacra coronario, atrayendo energía hacia el campo áurico.
Si aún te has quedado con ganas de saber más, os dejamos con este vídeo donde vas a poder aprender más información sobre el ágata y sus propiedades principales.